Especies endémicas de Canarias en riesgo: causas, casos emblemáticos y planes de conservación

 

Introducción

Canarias acoge uno de los más ricos y singulares patrimonios biológicos de Europa. Con casi el 30 % de sus especies terrestres silvestres compartiendo exclusividad con estas islas, el Archipiélago se erige como un “hotspot” global de biodiversidad. Sin embargo, una combinación de presiones —urbanización costera, turismo masivo, introducción de especies exóticas e impactos del cambio climático— ha conllevado la desaparición local de numerosas plantas y animales endémicos. Un estudio del IPNA-CSIC documentó 168 eventos de extinción de flora desde la década de 1960, 13 de ellos extinciones globales, señalando la existencia de “puntos calientes” de pérdida de vegetación en las costas vinculados al desarrollo urbanístico y turístico de las islas.

En este artículo repasamos las causas principales de riesgo, analizamos cuatro casos emblemáticos —de la planta Tornavía del Teide al lagarto gigante de El Hierro— y revisamos los planes de conservación, desde los espacios protegidos de la Red Natura 2000 hasta la ciencia ciudadana promovida por WWF. El objetivo es ofrecer una visión rigurosa de la emergencia que vive la biodiversidad canaria, así como las soluciones desplegadas por administraciones, investigadores y sociedad civil.

1. Causas del riesgo para las especies endémicas

1.1 Desarrollo urbano y turístico

El auge del turismo desde los años sesenta generó una expansión sin precedentes de infraestructuras en las zonas costeras. Hoteles, urbanizaciones y carreteras invadieron hábitats prioritarios para especies endémicas, fragmentando poblaciones y alterando la dinámica de ecosistemas frágiles. Entre las 168 extinciones documentadas por el IPNA-CSIC, la gran mayoría sucedieron en territorios costeros de Gran Canaria y Tenerife, donde la presión constructiva fue más intensa.

1.2 Especies invasoras

Los herbívoros introducidos (conejos, cabras, ganado) modifican la vegetación nativa, compiten por recursos y facilitan la colonización de hierbas exóticas. A su vez, la presencia de depredadores europeos (gatos, ratas) amenaza a anfibios, reptiles y aves endémicas de pequeño tamaño. El desequilibrio ecológico provocado por invasores supone uno de los factores de riesgo con mayor peso, según coinciden CSIC y WWF.

1.3 Cambio climático

Canarias sufre un aumento progresivo de la temperatura media y episodios extremos de sequía. Las especies de nicho estrecho, adaptadas a condiciones muy localizadas —como ciertas plantas rupícolas de las cumbres—, pierden capacidad de resiliencia. Las variaciones en pluviometría y régimen de vientos modifican las franjas de vegetación, desplazando altitudinalmente a comunidades endémicas.

1.4 Falta de actualización de catálogos

Aunque la Ley 4/2010 del Catálogo Canario de Especies Protegidas establece categorías de “amenazadas” y “vulnerables”, existe una discrepancia del 69 % con la Lista Roja de la UICN: muchas especies consideradas críticas por expertos internacionales no figuran en la protección autonómica o están mal clasificados en cuanto a su nivel de riesgo. Esta laguna normativa dificulta la asignación de recursos y acciones priorizadas.

2. Casos emblemáticos

2.1 Tornavía del Teide (Pericallis echinata)

Endémica de las laderas del Teide (Tenerife), esta herbácea de flor violeta vive en suelos volcánicos muy concretos. La construcción de senderos y la visita masiva a zonas de alta montaña han conducido a su regresión: apenas quedan 200 ejemplares en tres enclaves protegidos.

2.2 Pino de Tamadaba (Pinus canariensis)

Si bien no está en peligro crítico, la conexión genética de sus poblaciones se ve fragmentada por cortafuegos y carreteras. Investigadores del CSIC recomiendan corredores verdes para mantener la viabilidad genética y mitigar el riesgo frente a incendios forestales cada vez más frecuentes.

2.3 Lagarto gigante de El Hierro (Gallotia simonyi)

Tras su extinción en libertad en 1960, se llevó a cabo un exitoso programa de cría en cautividad e reintroducción. Gracias al trabajo de la Fundación Canaria Lagarto Gigante y la colaboración de WWF, ya existen varias poblaciones en parques naturales de la isla.

2.4 Junquillo de La Palma (Juncus palmensis)

Con menos de 50 individuos censados tras la última criba de datos, este junco ribereño se apoya en un plan de conservación ex situ que incluye cultivo en viveros del Cabildo de La Palma y trasplante controlado en zonas protegidas.

3. Áreas protegidas y planes de conservación

3.1 Red Natura 2000 y espacios naturales

La Red Natura 2000 integra LIC (Lugares de Importancia Comunitaria) y ZEPA (Zonas de Especial Protección de Aves) en Canarias, cubriendo más del 50 % del territorio insular. En estos espacios se aplican planes de recuperación específicos para taxones amenazados, con medidas como control de especies invasoras y restauración de hábitats costeros y de laurisilva.

3.2 Iniciativas del CSIC

El Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC) lidera proyectos de investigación que:

  • Mapean “hotspots” de extinción en la costa y zonas de montaña.

  • Desarrollan protocolos de monitoreo genético para población fragmentada.

  • Asesoran a administraciones sobre gestión de corredores ecológicos.

3.3 Ciencia ciudadana de WWF

El proyecto “Los ojos del Guirre” promueve la participación de voluntarios en la recopilación de datos sobre distribución y amenazas de especies terrestres y marinas en Canarias. Gracias a la plataforma Epicollect5, ya se han registrado miles de observaciones que alimentan el Banco de Datos de Biodiversidad del Gobierno de Canarias (BIOTA), enriqueciendo la información oficial y permitiendo respuestas más ágiles ante alertas de declive poblacional.

3.4 Planes de acción autonómicos

La Consejería de Medio Ambiente de Canarias actualiza periódicamente el Catálogo de Especies Protegidas, incorporando fichas de seguimiento y programas de recuperación. Destacan:

  • Programas de reintroducción en viveros y sueltas controladas.

  • Convenios con ONG para el control de conejos y ratas en áreas sensibles.

  • Campañas educativas en centros escolares para sensibilizar sobre la fragilidad de las especies endémicas.

Conclusiones

La singularidad biológica de Canarias exige actuaciones urgentes y coordinadas. Los eventos de extinción documentados por el CSIC demuestran la rapidez de la pérdida de biodiversidad cuando convergen desarrollo humano desordenado e impactos climáticos extremos. Al mismo tiempo, iniciativas de conservación —espacios protegidos, reintroducciones exitosas y ciencia ciudadana— evidencian que es posible revertir tendencias negativas.

Para blindar el futuro de las especies endémicas canarias resulta imprescindible:

  1. Mantener actualizados y armonizados los catálogos de protección con la Lista Roja de la UICN.

  2. Fortalecer la vigilancia de áreas críticas mediante tecnologías de teledetección y redes de ciudadanos.

  3. Ampliar corredores verdes que conecten poblaciones fragmentadas, garantizando flujo genético.

  4. Continuar apoyando las reintroducciones e investigación del CSIC y colaboraciones público-privadas.

  5. Potenciar la sensibilización social para reducir impactos en hábitats y especies.

Sólo con una estrategia multidisciplinar, que combine investigación, gestión pública y participación ciudadana, se logrará preservar el legado natural único de Canarias para las generaciones futuras.

Fuentes IPNA-CSIC – “Geographic and Biological Drivers Shape Anthropogenic Extinctions in the Macaronesian Vascular Flora”. Global Change Biology, 2025. WWF España – Proyecto “Los ojos del Guirre”. Ciencia ciudadana en Canarias.

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