Canarias sostenible
El turismo supone más del 35% del PIB regional y genera empleo masivo, pero también provoca presión sobre el acceso a la vivienda y sobre los recursos naturales. Para ser realmente responsable, debe equilibrar beneficios económicos con justicia social y conservación ecológica.
La presión turística eleva los precios del alquiler en zonas costeras y desplaza a las familias canarias de renta baja. Además, el incremento de residuos y la demanda de agua y energía afectan la fragilidad de los ecosistemas insulares.
El concepto de justicia ambiental reclama que todas las comunidades tengan igual acceso a un entorno saludable y participación en la toma de decisiones. Cuando el turismo ignora esa equidad, genera impactos sociales desproporcionados sobre los grupos más vulnerables.
Existen iniciativas de turismo comunitario que redistribuyen el valor generado:
Alojamiento en casas rurales gestionadas por cooperativas locales.
Rutas guiadas por habitantes de la isla que garantizan ingresos directos a la comunidad.
Programas de voluntariado ambiental vinculados a asociaciones sociales.
Para impulsar un turismo responsable en Canarias, propongo:
Regular el uso de viviendas vacacionales para evitar abusos de oferta y demanda.
Invertir en infraestructuras de reciclaje y gestión de residuos adaptadas a cada isla.
Fomentar la educación ambiental entre visitantes y sector turístico.
Crear mesas de diálogo donde participen vecinos, empresarios y administraciones.
Si el turismo se gestiona con criterios de justicia y sostenibilidad, puede convertirse en palanca de desarrollo social y protección del entorno insular.
Fuentes
“Justicia medioambiental: ¿qué es y por qué es importante?”, GenV
Ramírez Guevara, S. et al. “Justicia ambiental: Entre la utopía y la realidad social”, SciELO México
“Qué es la Justicia Ambiental: Principios, importancia y ejemplos”, Planeta-Tierra
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