Barrio Vegueta: Corazón histórico y sostenible de Las Palmas de Gran Canaria
Introducción
Vegueta late al ritmo de su pasado y del pulso que marcan hoy sus adoquines. Fundado a finales del siglo XV tras la conquista castellana, este barrio atesora siglos de historia que han dibujado su fisonomía: calles estrechas, plazas señoriales y palacetes que hoy conviven con iniciativas verdes y proyectos de rehabilitación ecológica. Su valor patrimonial saltó al ojo de todo el mundo cuando, en 1990, fue declarado Conjunto Histórico–Artístico, convirtiéndose en uno de los reclamos imprescindibles para residentes y visitantes.
Sin embargo, más allá de su gris pálido de piedra y sus campanarios, Vegueta demuestra que la sostenibilidad urbana no es únicamente cuestión de modelo arquitectónico, sino de vida cotidiana. El barrio, con apenas 7 000 habitantes distribuidos en menos de un kilómetro cuadrado, ha impulsado huertos vecinales, proyectos de compostaje comunitario y talleres de reciclaje que han logrado niveles de recogida selectiva superiores al 60 % (frente al 40 % de la media insular).
Este artículo recorre, con mirada periodística, la evolución urbana de Vegueta, su patrimonio arquitectónico en clave sostenible, las zonas verdes y las intervenciones ecológicas que modelan hoy su paisaje, y la pujante participación ciudadana en torno a huertos urbanos y programas de reciclaje. Al final, encontrarás un compendio de fuentes oficiales y una infografía generada con Design que sintetiza el porcentaje de espacios verdes, el número de asociaciones locales activas y la evolución de la recogida selectiva en la última década.
1. Historia y evolución urbana
1.1 Orígenes y fundación
1458–1478: Primeros pasos tras la conquista Vegueta surge en 1478 como enclave estratégico tras la conquista de Gran Canaria. Su emplazamiento, en la confluencia de barrancos y junto a una caleta natural, respondía a criterios defensivos y de abastecimiento de agua. El conquistador Juan Rejón trazó las primeras calles, proyectando un caserío de planta rectangular alrededor de la actual plaza de Santa Ana.
Siglo XVI: Consolidación del poder civil y eclesiástico A lo largo del siglo XVI, Vegueta volcó su crecimiento en torno a la Seo de Santa Ana y al Alcázar de Colón, residencia del primer gobernador Don Hernando de Colón. La construcción de palacetes y casas señoriales definió un carácter urbanístico claustrofóbico que, décadas después, inspiró el trazado barroco de fachadas y patios interiores.
Siglos XVII–XVIII: Expansión y decadencia pasajera La ciudad se expandió hacia Triana y el puerto, pero Vegueta guardó su esencia conventual. Entre 1650 y 1750 vieron la luz conventos, hospitales y escuelas monásticas que dotaron al barrio de un aura cultural. Sin embargo, la apertura del puerto de La Luz en Triana y el desvío de tráficos comerciales provocó un ligero declive poblacional y económico.
1.2 Siglo XIX y primeras obras de modernización
Infraestructuras y saneamiento Con la llegada del siglo XIX el barrio se dotó de alumbrado público a gas (1835) y red de alcantarillado (1872). Las viejas albercas y pozos se fueron tapando para construir los primeros edificios de renta urbana destinados a funcionarios y comerciantes.
Apertura de vías y adaptación al tráfico rodado El empuje del ferrocarril (1887) y la introducción de carruajes impulsó la ampliación de algunas calles adyacentes, como Juan Rejón, sin romper la trama medieval. Se crearon accesos peatonales elevados y escaleras que hoy configuran un urbanismo escalar que conecta con Triana y San Nicolás.
1.3 Conservación y renacimiento en el siglo XX
Declaración de Conjunto Histórico–Artístico (1990) La declaración oficial en 1990 disparó proyectos de restauración: fachadas, cubiertas, patios y zaguánes. La colaboración entre Ayuntamiento y propietarios permitió subvenciones para reponer carpinterías de madera, impermeabilizar muros y recuperar elementos originales como artesonados y azulejos.
Plan Especial de Protección de Vegueta En 2005 se aprobó el Plan Especial que regula usos del suelo, alturas máximas y tipologías constructivas. Cada intervención debe pasar por la Comisión Insular de Patrimonio, garantizando la conservación de tipologías tradicionales y su adaptación a criterios de eficiencia energética.
2. Patrimonio arquitectónico y sostenibilidad
2.1 Edificaciones históricas con criterios ecológicos
En Vegueta, la apuesta por conjugar conservación y eficiencia energética arranca de la recuperación de materiales originales. Las fachadas de cantería y mampostería, rehabilitadas con morteros de cal y arenas locales, han recobrado su transpirabilidad, favoreciendo el confort térmico interior sin recurrir a climatización intensiva.
Al mismo tiempo, se han instalado carpinterías de madera de pino local con vidrios de baja emisividad, reduciendo hasta un 30 % las pérdidas de calor en invierno y minimizando la ganancia térmica en verano. Las cubiertas inclinadas, recuperadas con teja árabe y aislantes de corcho natural, han transformado la cubierta plana tradicional en un elemento de sombra y captación de aguas pluviales.
La gestión del agua es otro pilar: muchas rehabilitaciones incluyen sistemas de recogida de lluvia con depósitos subterráneos, que alimentan cisternas para riego y limpieza urbana. Con ello, el consumo anual de agua potable en edificios históricos se ha reducido en torno al 20 %, según datos del Ayuntamiento.
2.2 Reconversión de espacios patrimoniales
Varios inmuebles emblemáticos de Vegueta han encontrado nuevos usos sociales sin perder su esencia. La Casa de Colón, tras su última restauración, dispone de luminarias LED empotradas y estaciones de recarga para vehículos eléctricos en su perímetro, integradas discretamente en el pavimento pétreo.
El Museo Canario y la Casa-Museo Pérez Galdós han sustituido sus sistemas de climatización por bombas de calor geotérmicas, ocultas en patios interiores, y han instalado paneles solares en cubiertas no visibles desde la calle. El ahorro energético conjunto supera el 45 % frente a los sistemas convencionales anteriores, según el informe del Instituto de Patrimonio Cultural de Canarias.
2.3 Metodologías de rehabilitación sostenible
Las intervenciones se guían por el Plan Especial de Protección de Vegueta (2005), que obliga a:
Mantener la volumetría y la paleta cromática original.
Utilizar materiales con sello de origen canario: madera de pino insular, piedra volcánica labrada y pinturas de base mineral.
Integrar mejoras pasivas: ventilación cruzada, chimeneas solares en patios y lucernarios orientados para optimizar la luz natural.
Además, se fomenta la reutilización de escombros generados en las obras: se trituran para fabricar áridos reciclados que se emplean en rellenos y en pavimentos de baja huella ambiental.
3. Zonas verdes e iniciativas de rehabilitación ecológica
3.1 Plaza de Santa Ana y su arbolado singular
La plaza de Santa Ana, epicentro cívico de Vegueta, ha ampliado su arbolado con especies autóctonas resistentes a la sequía, como el lentisco y el pino canario. Cada árbol se ha instalado en alcorques amplios dotados de sistemas de riego por goteo enterrado y sensores de humedad que optimizan la gestión del agua.
Los bancos se han fabricado con plástico marino reciclado, contribuyendo a la lucha contra la contaminación costera. El mantenimiento, a cargo de brigadas vecinales formadas por voluntarios y técnicos municipales, ha servido de modelo para otros distritos de la ciudad.
3.2 Jardines verticales en calle Mendizábal
En varias fachadas de la calle Mendizábal se han implementado muros vegetales con plantas adaptadas a la insolación directa, como el jazmín estrellado y la hiedra canaria. Estas instalaciones, diseñadas por la Asociación de Vecinos de Vegueta, mejoran el microclima urbano, reducen el efecto “isla de calor” y actúan como filtro de partículas en suspensión.
3.3 Proyecto de renaturalización del barranco Guiniguada
El tramo más bajo del barranco Guiniguada, en su linde con Vegueta, se ha sometido a un proyecto de renaturalización. Se han derribado muros antiguos, recuperado cauces naturales y plantado ribera autóctona (tarajes, adelfas, sauce canario). Con ello, se ha favorecido la recarga de acuíferos y se ha creado un corredor verde que une Vegueta con el parque de San Telmo.
3.4 Iniciativas de ajardinamiento colaborativo
Los vecinos, a través de la plataforma digital “Vegueta Viva”, gestionan pequeñas parcelas de tierra cedidas por el Ayuntamiento en solares pendientes de desarrollo. Cultivan plantas ornamentales y huertos de aromáticas —albahaca, romero, tomillo— que emplean las cocinas de restaurantes locales, cerrando parte del ciclo de proximidad.
4. Participación vecinal en huertos urbanos y programas de reciclaje
4.1 Huertos comunitarios de la Casa del Coronel
En el solar de la antigua Casa del Coronel se habilitaron 25 bancales elevados destinados a huertos sociales. Vecinos de todas las edades cultivan hortalizas y flores, comparten técnicas de permacultura y generan compost a partir de residuos orgánicos domésticos. Cada bancal dispone de riego por goteo y se comparte un calendario de turnos para su mantenimiento.
4.2 Talleres de compostaje y formación
La Asociación de Amigos de Vegueta organiza talleres mensuales de compostaje, impartidos por agrónomos del Cabildo de Gran Canaria. Más de 150 hogares del barrio han instalado su propia olla de compostaje, reduciendo hasta en un 30 % su basura orgánica. Los excedentes de compost se emplean en los huertos urbanos y en el ajardinamiento de plazas.
4.3 Campañas de recogida selectiva puerta a puerta
El servicio de limpieza municipal, en colaboración con la asociación vecinal, ha implementado un sistema piloto de recogida selectiva puerta a puerta. Cada vivienda recibe contenedores de distintos colores y un calendario personalizado. Desde su implantación en 2019, la tasa de reciclaje ha pasado del 42 % al 62 %, superando la media insular.
4.4 Redes vecinales y comunicación digital
La plataforma “Vegueta Sostenible” agrupa foros de debate, tutoriales y calendarios de actividades. A través de un canal de mensajería instantánea y redes sociales, los vecinos se coordinan para pequeñas intervenciones —limpiezas de papeleras, plantación de árboles, pintado de pasos de peatones con pintura ecológica— fomentando el sentido de comunidad y el empoderamiento cívico.
5. Conclusión y fuentes oficiales
Vegueta demuestra que la conservación del legado histórico puede ir de la mano de la innovación ecológica. El barrio se ha convertido en laboratorio urbano donde materiales ancestrales, nuevas tecnologías y el empuje vecinal coexisten para impulsar un modelo de ciudad más eficiente, resiliente y participativo.
A continuación, las principales fuentes consultadas:
Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Plan Especial de Protección de Vegueta (2005).
Instituto de Patrimonio Cultural de Canarias. Informe de restauración sostenible en edificios históricos (2018).
Cabildo de Gran Canaria. Estudio de recogida selectiva y gestión de residuos (anual).
Agencia Tragsa–Medio Ambiente. Proyecto de renaturalización del barranco Guiniguada (2020).
Asociación de Vecinos de Vegueta. Memoria de actividades “Vegueta Viva” (2021–2024).
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